¿Qué palabras elegimos usar cuando estamos enojados? Cuando sentimos esa rabia fuerte debido a una injusticia que sentimos propia, cuando alguien me ha ocultado algo, cuando hemos hecho pactos anteriores y veo que no se cumplen, cuando se quiebra la confianza, o ésta se instala en la vereda de enfrente, desconociendo qué nos ha llevado a estar así, separados por un espacio ancho entre uno y otro. Entonces, cuando quiero reclamar ese fuego interno que me quema la sangre, porque me he sentido vulnerado en mi esencia, lo que soy, y hace ruido el motor con el que vivo… ¿Cómo me dirijo a esa persona? En realidad, ¿Cómo lo enfrento? ¿Le digo todo lo que realmente siento? ¿Cruzo la efímera línea que quizás nos separe más? ¿Espero calmar la tormenta antes de que las emociones rebalsen, y de paso, desordenen el lugar instalado en ese “nosotros”, construido en el tiempo? Ante estas preguntas, es importante conocerse uno mismo muy bien y saber, entender, qué relaciones son las que deseo cuidar y mantener. Sólo eso, me hará estar consciente de lo que diga…y haga. Porque todo comunica. Hasta mi silencio. Como dice Rafael Echeverría, existe una “danza de las conversaciones” entre los seres humanos: primero sentimos, y luego hablamos. Y al final del día, todo se resumirá en las palabras que elijamos, dependiendo de la importancia que le demos a esa relación. Y vuelvo a preguntar: “tú, cuando estás en esta delgadísima línea, con temor y rabia, con amor y desilusión … ¿Qué decides decir? Porque las palabras crean realidades. Y esa realidad, la creas tú.
Enfrentando Conversaciones Difíciles