¿Cómo miramos las cosas? ¿Desde qué ángulo? Es inevitable tener mi punto de vista, los traemos desde nuestras experiencias de vida, recuerdos, vivencias, aprendizajes, todo lo que nos ha enseñado nuestra familia; es decir, esos cimientos que tenemos dentro y que a través de nuestra historia, nos han llevado a estar en el lugar que hoy habito. Es sin duda, lo que me ha servido, funcionado, para hacer todo lo que he hecho, lo que conozco, lo seguro. Sin embargo, también existen, con esta misma certeza, las historias y vivencias del otro, del que tengo a mi lado, con quienes convivo. Se puede entender desde la razón, hasta que surge una idea diferente. Pues, querámoslo o no, la comunicación nos “afecta”, porque sentimos, palpamos emociones que de pronto aparecen. Somos seres humanos. Entonces entramos en discusiones sobre “quien tiene la razón”, cuando la verdad, es que los dos tiene razón, desde lo que para ambos es importante. El punto de encuentro lleva hacia una invitación: parar, mirar por el lado que no sabía que podía existir, dar una oportunidad, esperar antes de expresar sólo la parte que he visto. Como esta flor sin tiempo ni lugar. Porque si, hoy puede estar empezando la primavera en el hemisferio norte, pero también es otoño en el sur. Y es la misma tierra, que da vueltas y vueltas para enseñarnos, constantemente y a través de la propia naturaleza, que siempre habrá otro giro por donde pueda mirar algo nuevo.
Cómo Miramos las Cosas